Día de San Valentín (III).

 Si se está enamorad@ siempre es agradable cuando hay buenos sentimientos en nuestro corazón. Cualquier detalle puede abrir la puerta a vivir una aventura romántica; un GRAN AMOR puede ser la llave a un mundo de FELICIDAD donde poder descubrir qué hacen los enamorados durante el DÍA DE SAN VALENTÍN y hacerlo prolongar durante todo el resto de nuestra vida.


Granada se llena de corazones

El Ayuntamiento de la capital ha impulsado la campaña 'Granada enamora' para dar vida e incentivar las compras en el comercio de proximidad del centro y los barrios. La campaña de estímulo, que se hace coincidir, por segundo año consecutivo, con la antesala al 14 de febrero, Día de los Enamorados, puede visibilizarse en el centro comercial y peatonal de Granada.

 


Recursos románticos para celebrar este evento.



Y aquí, aquel momento amoroso del que me enamoré profundamente.

Mi memoria tiende siempre a buscar consuelo en las historias gratas que he vivido, y sobre todo, aquella que me ocurrió en el primer encuentro visual con aquel AMOR TAN ESPERADO

 

Ahora, en la decrepitud de mis años, me siento ante el ordenador dispuesto a empezar este relato amoroso y sin levantar los ojos sé que todo el escenario que voy a describir se halla en mi subconsciente  y que todo el  cuerpo es un músculo de alambre tenso ante esta situación tan inquietante. La belleza de aquel recuerdo del pasado aún se resiste a abandonar totalmente mi mente. Espero un rato a que vayan fluyendo, con el interés pactado de antemano; sin emociones ni razones; ya van surgiendo, porque hasta las ideas me sobran cuando escribo sobre ella y más, si se trata de plasmarlo en una carta de AMOR.

 

Algunas veces he reflexionado sobre este tema, pequeñas evasiones que me sirven para entretener esperas aburridas, rellenar silencios mentales e incluso preocupaciones diarias. ¿De dónde sale ese impulso que invade la nostalgia que me domina? Pido perdón por utilizar recuerdos de mi ayer, pero expresivos de toda la vida que disfruté. Puede que de la memoria, de la mala memoria, al menos en esa parte del cerebro cansado, que algunos llaman veterana, otros, ancianos de siempre y los cursis, tercera edad: porque los viejos también viven de sus recuerdos. La memoria. La dichosa memoria. 

 

¡Bienvenida a mi mundo, amor mío! Un día leerás en los libros que cuándo se abrieron tus ojos a mis sentidos, las trompetas anunciaban una pasión desorbitada, en un pequeño universo de nuestro encuentro tan ansiado. 

                                                     ¡Bienvenida a mi mundo, AMOR ESPERADO!

 

Bienvenida a mi mundo que viaja a las estrellas y descubre el enigma de la vida con sentido: que ha descubierto la poesía, la música, la filosofía, la física, la matemática, el periódico, la radio y la tele, y aún he conseguido la jubilación sin tormento y no me marchito entre cuatro paredes por falta de tu amor. Algún día te contaré qué pasaba en el mundo cuando llegaste a mi corazón. Pero hoy lo importante es que me has abierto los ojos y surge espontáneamente ¡¡TE QUIERO!!. Si quieres, cambio "te quiero" por cualquier otra de las grandes palabras que llenan mi boca, mi corazón y hasta mi alma, y llegaremos a la misma renuncia. También en el amor hay que renunciar. 

 

Los amantes pronuncian mil veces el nombre de su amado. Lo repiten en voz baja, cuando nadie los oye. Lo escriben en un trozo de papel, jugando con distintas caligrafías. Primero, en letra menuda, minúscula, para que cueste leerlo, como si así el nombre se transformara en un secreto. Después, las formas se alargan e inclinan, en una especie de danza del corazón y el papel. Utilizan también la caligrafía redonda de los niños, clara como el agua de río. Con la punta del dedo recorren los trazos de la tinta. Cada vez que pronuncian el nombre en voz alta, vierten una intensidad distinta: la voz puede ser un tintineo de campanas, condensarse hasta hacerse gruesa como la cepa de un árbol, volverse lenta al desear que la palabra no termine. Al pronunciarlo quedamente, con la cabeza hundida en la almohada y los brazos a su alrededor, el nombre se transforma en un hilo de aire. Es un murmullo que se escapa de los labios entreabiertos, que pierde nitidez para confundirse con el aliento. 

                                                            ¡Bienvenida a mi mundo, MI AMOR ESPERADO!

 

No sé cómo saldré de esta marejada que debería servir para cuestionarme todo lo vivido, lo perdido y lo soñado. Para los de mi generación queda el miedo a perder la parca pensión de jubilación. Para ti, el sabor a ceniza de vernos con fuerzas para besarnos la próxima vez. Para nuestros ojos, tan sólo queda el desfondamiento de los amantes de tener derecho a todo y se ven, de golpe, sin una migaja de lo vivido y sin el hábito de exigir y golpear los muros para observar si caen. 

 

Al final, sólo nos queda ese AMOR que nos llena cuando estemos cerca. ¡Ea, a cambiar el mundo del AMOR, pero siempre conmigo!. 



MIS OTRAS VIVENCIAS AMOROSAS

- En el amor, mis aventuras alhambreñas me conducían a un infierno aún más lacerante, con puntuales espasmos de paraíso terrenal, entre sus bosques llenos de árboles acogedores a una sesión impetuosa pasión incontrolada.

- Afortunadamente, mis costumbres alocadas se han suavizado desde aquellos tiempos de los años juveniles, cuando las hojas otoñales se desplomaban con suavidad sobre el tembloroso suelo que yo pisaba enérgicamente y que ahora añoro tiernamente.