En este sosegado barrio granadino, el sol promete días apacibles, pero todos sabemos lo que esconde tras su luz radiante: un calor traicionero que enloquece a la NATURALEZA parcialmente relajada. Solo entrar en sus calles y ver las adormiladas casas, es un alivio para los sentidos. No hay estridencias en el paisaje. Ni en los colores ni en las formas. Tampoco en los sonidos. Solo se escucha el viento, alguna esquila en sus verjas, y de vez en cuando, el chillido de un pájaro perdido.
Esta RECOPILACIÓN del ALBAYZÍN, es una feliz terminación que se centra en el resumen de las FOTOS ACTUALES más singulares del barrio.