Puerta de Elvira

 

Data del siglo XI cuando la dinastía Ziri traslada su capital desde Medina Elvira a Garnata que estaba ubicada en la zona alta de la colina del Albaicín. Garnata era una ciudad de origen visigótico habitada inicialmente por cristianos y una importante población judía que sufrió un proceso de islamización. Allí se estableció este reino taifa durante casi un siglo. A su alrededor se construyó una muralla defensiva con diferentes puertas y, entre ellas,  la  que nos ocupa




El efecto ecléctico, el solapamiento de tiempos, espacios y culturas, se acrecienta también cuando el catálogo de monumentos árabes se confronta con la pureza de líneas de la época cristiana. Y podemos decir que son muchos sus atractivos, como para no sucumbir a su desmesurado encanto, que ha terminado integrándose en el paisaje granadino. 


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Ya en época Nazarí, durante el reinado de Yusuf I, quedó conformada como fortaleza autónoma. Constaba de una gran barbacana con potentes muros y torres defensivas; se entraba a ella por el arco exterior que aún se conserva. 



La Puerta de Elvira es de origen árabe y en su momento fue una de las puertas de entrada o salida de la ciudad, era, de hecho, la principal usada por los reyes para entrar a Granada.


Su nombre bab-Ilvira, se debe a que caminaba a la antigua Medina Elvira, capital de la cora del mismo nombre hasta principios del siglo XI, cuando pasó a desempeñar esta función.


Se constituyó en el siglo XI por los musulmanes Ziries.


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