Se piensa que la iglesia de San José en el barrio del Albaicín fue construida sobre los restos de la mezquita, conservándose el alminar, obra zirí del siglo XI, para convertirlo en campanario del templo cristiano, siendo éste y el aljibe los únicos vestigios del antiguo santuario islámico que llegó a ser la de mayor importancia en esta zona de la ciudad.
Los cristianos remataron la torre al añadirle un cuerpo de campanas en ladrillo, así como cegaron la amplia ventana con arco de herradura y saeteras que proporcionaban luz al alminar.